Se suele decir que a Bitcoin llegas por el precio y te quedas por la tecnología. En mi caso llegué por la utilidad (desde el principio me llamó mucho la atención la existencia de un dinero 100% digital), volví por el precio, me quedé por la tecnología y he afianzado mi convencimiento gracias a los descubrimientos que he realizado sobre teoría económica y especialmente sobre filosofía política.
Hace ahora un año que inicié mi tesis doctoral particular, sin ninguna institución académica que la avale, sin un tutor o director que me marque el camino a seguir, ni un plan de trabajo preestablecido, ni un riguroso análisis de datos y documentación que la respalde, ni en realidad nada que se le parezca a una tesis doctoral convencional.
Y aunque no me vayan a dar ningún título por este año de trabajo y aprendizaje, ni voy a obtener ningún beneficio por la actividad de divulgación realizada, lo cierto es que estoy tremendamente satisfecho por los grandes aprendizajes obtenidos durante este tiempo.
Aunque siendo sincero también estoy un poco frustrado por no haber podido avanzar más en algunos aspectos concretos, especialmente en los relativos a la seguridad y la privacidad, lo cual quedará como asignatura pendiente para la segunda temporada de esta newsletter.
Así que en este primer aniversario de la newsletter os puedo decir que Tesis Bitcoin me ha cambiado la vida, porque aunque sigo haciendo prácticamente las mismas cosas a nivel profesional y personal, mi forma de ver el mundo es muy diferente, especialmente en lo que se refiere a las cuestiones sociales, económicas y políticas.
Ha sido un año de leer muchísimo, de pensar aún más y de trastear un poco con diferentes herramientas que funcionan sobre Bitcoin. Pero sobre todo ha sido un año de descubrimiento, de entender muchas cosas que andaban rondando por mi cabeza pero que nunca había sido capaz de encajar entre ellas, como ha sido aprender qué es la preferencia temporal y descubrir el verdadero significado de la palabra inflación.
También tengo que decir que estoy muy agradecido a los que os habéis suscrito para recibir cada semana lo que escribo sobre la relevancia que va a tener Bitcoin en el futuro y las cosas que voy aprendiendo sobre ello. Y muchas gracias también a los que compartís este contenido, porque qué duda cabe que si además de servirme a mí para aprender, esto ayuda a otros a descubrir el verdadero valor de Bitcoin, yo estaré muy feliz por ello.
Para terminar me gustaría dejaros una idea y un texto que para mi refleja a la perfección por qué debemos seguir colaborando para empujar esta revolución llamada Bitcoin.
La idea está relacionada con la descentralización, porque cuando empecé hace un año a escribir aquí ni siquiera sabía que cualquier persona podía tener su propio nodo, aunque no fuera minero, y de esta forma estar contribuyendo a la descentralización de Bitcoin, algo que para mi es lo más importante de todo esto, que realmente haya una red robusta que resista cualquier ataque que pueda recibir y sobre todo que esa red la estemos construyendo entre todos.
Y aquí va la frase que quería compartir para animaros a perseverar cuando llegan los momentos difíciles, ya sea en Bitcoin o en otros aspectos de la vida,
Lidiar con la frustración pasajera de no lograr ningún progreso forma parte del camino hacia la excelencia. De hecho, es esencial y algo que todos debemos aprender a sobrellevar. Si la persecución de la excelencia fuera fácil, todo el mundo lo haría. En realidad, esa incapacidad de soportar la frustración es la causa fundamental de que la mayoría de las personas no alcance sus metas. Unas expectativas temporales poco realistas conducen a una frustración innecesaria debida a la sensación de fracaso. El proceso para conseguir lo extraordinario no es lineal. El secreto está en aparecer, hacer el trabajo e irse a casa. Una ética de trabajo de cuello azul combinada con una voluntad indomable. Literalmente, es así de simple. Nada interfiere. Nada puede apartarte de tu objetivo. Una vez tomada la decisión, limítate a no ceder. No hagas concesiones. Y acepta que para lograr resultados de calidad a largo plazo es preciso dedicar una concentración de calidad a largo plazo. Ninguna emoción. Ningún drama. No te tortures con los baches del camino. Aprende a disfrutar con el proceso y a apreciarlo. Esto es especialmente importante porque pasarás mucho más tiempo haciendo el viaje en sí que con todos los escasos momentos de gloria que resulten al final. Por supuesto, hay que celebrar los triunfos cuando ocurran. Pero es más importante aprender de los fracasos cuando los haya. Es más, si no incurres en algún fracaso con regularidad, es que no estás poniendo suficiente empeño. Y renuncia por completo a conformarte con algo que no sea lo mejor de ti. Olvídate del programa temporal. Te llevará lo que tenga que llevarte. Si te comprometes con un objetivo a largo plazo y no con una serie de metas intermedias menores, entonces basta con tomar la decisión y acatarla. Clara, simple, directa. Mucho más fácil de mantener que tener que tomar decisiones menores, una detrás de otra, para permanecer firme cuando afrontes cada paso del camino. Esto implica muchas más posibilidades de desviarte sin darte cuenta de la meta elegida. La decisión en sí es una de las armas más poderosas de todo tu arsenal.
Christopher Sommer