Me duele mucho cuando escucho estas palabras por parte de la gente y es cuando pienso que los políticos han ganado con su discurso:
Tenemos los políticos que nos merecemos
Los políticos son el reflejo de la sociedad
Lo cierto es que los políticos son implacables a la hora de hacer que los ciudadanos cumplan la ley.
Sin embargo la sociedad acepta que exista la corrupción política e incluso lo considera como algo natural.
La corrupción política está a la orden del día y son pocas las consecuencias que esto tiene para los políticos.
La corrupción en la sociedad también existe y las consecuencias son claras y contundentes.
Hace siglos que el Estado ostenta el monopolio de la violencia, porque es el único que puede usar la fuerza legalmente para cumplir con sus objetivos. Ahora además los políticos también ostentan el monopolio de la corrupción, porque nos han convencido de que ellos solo son un reflejo de la sociedad y de que si son corruptos es porque nos lo merecemos.
El Estado del Bienestar es la otra forma en la que los políticos han vencido, porque han logrado convencer a la mayoría de la gente de que no hay una mejor forma de vivir que tener la sanidad, la educación y las infraestructuras “gratis”.
Por lo tanto los que anteponemos la libertad al bienestar, tenemos el reto de demostrar al resto de la sociedad que sí que es posible vivir bien sin que el Estado nos resuelva los problemas y que la gente no va a morir de hambre cuando no esté el Estado para darla de comer.
¿Pero cómo podemos salir de este círculo vicioso en el que nos encontramos? Para mi la palabra clave es el ahorro.
¿Será imposible salir del Estado de Bienestar para evolucionar al Estado de Libertad si no logramos que la gente aprenda ahorrar?
Mientras las pensiones sigan siendo el mayor gasto público será imposible que la sociedad se independice, porque cuando te jubilas es cuando más vas a depender del Estado.
Y aquí es donde entra en juego Bitcoin y el orden en el que se producirían los hechos podría serel siguiente:
El Sistema de Pensiones quiebra porque el Estado no es capaz de mantener la maquinaria del dinero Fiat funcionando como lo ha hecho hasta ahora, ya sea por culpa de la inflación o porque la gente se revela ante las subidas indiscriminadas de impuestos.
La gente deja de confiar en el Estado para que administre el ahorro de cara a su jubilación y sobre todo deja de creerse que el principio de reparto puede funcionar para toda la vida. Quizás aquí el descenso de la tasa de natalidad pueda jugar un papel relevante.
Correspondientemente la gente comienza a ahorrar en Bitcoin, por un lado para asegurarse de que en el futuro podrá disponer de sus ahorros y seguramente también para estar a salvo de las confiscaciones que llegarán cuando el Estado lo necesite.
Lo que ocurra después es imposible de adivinar, pero me atrevo a decir que en una situación hipotética en la que el tamaño del Estado se ha reducido considerablemente, porque ya no puede gestionar el ahorro de los ciudadanos a través de las pensiones y tampoco puede gestionar la economía a través del dinero Fiat, la gente no se moriría de hambre, al contrario, la gente cada vez será más rica porque no tendrá sobre sus espaldas el yugo de la ineficiencia del Estado.