Una de las críticas que más me encuentro entre aquellos que sienten la llamada de Bitcoin pero que aún no se han decidido a dar el paso definitivo a apostar de lleno por ello podría resumirse así:
Muy bien, creo que Bitcoin puede ser reserva de valor y defensa contra la inflación, pero no creo que llegue a ser nunca dinero porque si su precio no para de crecer la gente no querrá gastarlo y por lo tanto no cumplirá con una de las condiciones de todo buen dinero que es poder ser usado como unidad de cuenta.
La cuestión es ¿por qué el dinero tiene que tener siempre el destino final de ser gastado? ¿no puede haber una forma de usar la función del dinero como reserva de valor que implique que ese dinero se acabe gastando?
Por ejemplo, si pensamos en la vivienda como reserva de valor, no parece que sea necesario acabar vendiendo una casa para que cumpla su función de inversión o forma de protegerse contra la inflación.
Al fin y al cabo se trata de una cuestión de preferencia temporal, parece claro que el ciclo pasa por ahorrar, luego invertir y finalmente gastar. Pero tampoco pasaría nada si un ahorro o inversión nunca llega a gastarse porque sea necesario, porque por ejemplo se puede dejar en herencia o se puede donar.
En todo caso, esto de que la gente nunca va a querer gastar un dinero cuyo valor se aprecia con el tiempo tampoco es totalmente así porque seguro que a cada uno le llegará un momento donde le apetezca gastarlo y por lo tanto se iniciará el ciclo de liquidez correspondiente. Exactamente igual que ocurre con los especuladores, que aunque inviertan con la idea de que el precio se va a revalorizar, llega el momento donde consideran que han ganado suficiente y deciden vender.
La clave aquí es que ahorrar en sí mismo tiene un valor, por ejemplo a nivel de seguridad y tranquilidad, lo cual para muchas personas puede ser incluso mucho más valioso que lo que les aporte gastar ese dinero en el futuro. Si a esto además le añadimos el riesgo claro de confiscación que tiene el hecho de dejar el dinero en el banco o incluso de tener una casa, qué duda cabe que la utilidad de Bitcoin gana puntos por momentos.
Por lo tanto, como dice Adam Back, Bitcoin es la unidad de cuenta del ahorro, simple y llanamente porque no se me ocurre mejor forma de preservar el valor de mi trabajo que a través de un activo real, que no es la deuda de nadie, por lo que no tiene riesgo de contraparte y que resulta prácticamente inconfiscable, algo que desde luego no ocurre con con las acciones o con las casas, que podrían llegar a ser confiscadas por el Estado si lo considera necesario, o con el dinero Fiat, que es la deuda del Estado y que además está sometido al impuesto de la inflación, que no es ni más ni menos que una confiscación paulatina y encubierta.