Leyendo la Declaración de Independencia del Ciberespacio publicada por John Perry Barlow en 1996 te encuentras con la idea de que el Ciberespacio está formado por transacciones y entonces empiezas a ser consciente de que la combinación entre Internet y Bitcoin es la ganadora. Porque Bitcoin mejora Internet al permitir la transferencia de valor, no solo información y conocimiento.
Veamos entonces, a través del análisis de la Declaración de Independencia del Ciberespacio cómo Bitcoin mejora Internet:
Gobiernos del Mundo Industrial, vosotros, cansados gigantes de carne y acero, vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro, os pido en el pasado que nos dejéis en paz. No sois bienvenidos entre nosotros. No ejercéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos.
Quizás antes de Bitcoin mucha gente ha podido vivir al margen de la influencia de los gobiernos en aspectos como la información, el conocimiento, las relaciones personales, pero de lo que hasta ahora era imposible librarse era de usar el dinero del gobierno, a no ser que fueses capaz de vivir del trueque. Ahora gracias a Bitcoin podemos obtener esa soberanía personal en algo tan importante como es el asunto económico.
No hemos elegido ningún gobierno, ni pretendemos tenerlo, así que me dirijo a vosotros sin más autoridad que aquélla con la que la libertad siempre habla. Declaro el espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos ni poseéis métodos para hacernos cumplir vuestra ley que debamos temer verdaderamente.
Al haber sido Bitcoin creado por criptoanarquistas, lo lógico sería que estos no votasen a ningún gobierno, lo cual no quiere decir que los gobiernos no tuviesen poder sobre la población en general, porque aunque moralmente los gobernantes han perdido una parte importante de su autoridad, en lo que se refiere a su capacidad de ejercer la potestad, sí que siguen siendo muy poderosos. Lo que está ocurriendo ahora con Bitcoin es que le está quitando a los gobiernos una parte de esa potestad, al menos en lo que a se refiere al control del dinero de las personas, por eso precisamente andan tan nerviosos últimamente en lo que se refiere al mundo crypto, porque puede menoscabar su capacidad para recaudar impuestos.
Los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los que son gobernados. No habéis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado. No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera un proyecto público de construcción. No podéis. Es un acto natural que crece de nuestras acciones colectivas.
Es cierto que el Ciberespacio no se encuentra dentro de las fronteras de ningún país, por mucho que las empresas instalen sus datacenters en países concretos, lo que ha ocurrido con el cloud computing es que Internet se ha deslocalizado enormemente y cada vez lo hará aún más. Pero aún así seguían existiendo puntos críticos de ataque que han sido resueltos en el momento que se ha creado una red realmente descentralizada como es la de Bitcoin, inspirada en las redes peer to peer como BitTorrent y vinculada con la red Tor que está muy enfocada en la privacidad.
No os habéis unido a nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad más orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.
Resulta realmente interesante pensar cómo ha sido hasta ahora el papel de los estados en lo que a Internet se refiere, porque conociendo su tendencia a ocupar el mayor número de espacios de la vida pública, especialmente en lo relativo a los medios de comunicación, en la red sin embargo han ocupado un papel bastante secundario frente al ámbito empresarial que ha tomado un gran protagonismo a través de las grandes empresas tecnológicas. Ahora Bitcoin y la Web 3.0 en general, puede hacer también que se vean resentidos los monopolios sobre la red que se han ido construyendo en los últimos 25 años por parte de empresas como Google, Amazon y Facebook.
Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolvereremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta autoridad se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente.
Muy importante esto del contrato social, ya que nos lleva a pensar en el sistema de incentivos que permite que Bitcoin lleve funcionando sin interrupción desde hace 13 años, gracias a la aportación de miles de personas, algunas de los cuales trabajan como mineros, otros como desarrolladores o como miembros de la comunidad que colabora a través de sus propios nodos o realizando labores de formación o divulgación. Es cierto que en todo este mundo también existen estafas, pero difícilmente se evitarán con una intervención mayor por parte de los gobiernos, que han mostrado manifiestamente su incapacidad para resolver los problemas relacionados con la ciberseguridad.
El Ciberespacio está formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en sí mismo, que se extiende como una quieta ola en la telaraña de nuestras comunicaciones. Nuestro mundo está a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero no está donde viven los cuerpos.
Este es un tema sobre el que deberíamos reflexionar con frecuencia ya que realmente existe una diferencia importante entre la actividad que realizamos de manera presencial y la que tiene que ver con el mundo virtual, que muchas veces es plenamente intelectual. Porque aunque los estados den por hecho que les pertenece todo lo que tiene que ver con el mundo físico, porque pueden ejercer su autoridad sobre ello a través de la violencia, difícilmente podrían hacer lo mismo en el mundo de las ideas que tan relacionado está con todo lo relativo a la propiedad intelectual.
Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento.
Aquí Bitcoin va a ejercer un papel determinante, por ejemplo en lo relativo a la inclusión financiera de todos aquellos que no pueden o no se les permite acceder a los servicios de las empresas financieras. Porque para usar Bitcoin no hay que pedirle permiso a nadie, no te tienes que registrar en ningún sitio y nadie puede impedirte usarlo, ya sea por su utilidad como depósito de valor o para intercambiarlo por bienes o servicios. Además gracias a la minería el acceso puede resultar totalmente directo, sin depender de intermediarios que puedan tener control sobre nuestro dinero.
Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado al silencio o el conformismo.
Este ha sido hasta ahora uno de los mayores logros de Internet, permitir que cualquiera pueda expresarse y hacer llegar sus ideas a millones de personas disponiendo de tan solo un ordenador o teléfono móvil, gracias a los blogs, podcasts, newsletters, foros, ... Aquí Bitcoin lo que aporta es un medio independiente de financiación para aquellos que logren una mejor acogida para las ideas que transmiten y de esta forma no tener que depender de intermediarios, como ocurre con el tema de la publicidad, sino usar formas de financiación mucho más eficientes como es el crowdfunding.
Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia. Aquí no hay materia.
Ninguna ley rige sobre Bitcoin, solo un algoritmo, la prueba de trabajo y el sistema de incentivos, aseguran su funcionamiento y cualquier gobierno que intente regularlo fracasará en el intento, ya que la red resulta inmune a sus ataques, se comporta de manera antifrágil, haciéndose más resistente cada vez que es atacada.
Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos obtener orden por coacción física. Creemos que nuestra autoridad emanará de la moral, de un progresista interés propio, y del bien común. Nuestras identidades pueden distribuirse a través de muchas jurisdicciones. La única ley que todas nuestras culturas reconocerían es la Regla Dorada. Esperamos poder construir nuestras soluciones particulares sobre esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que estáis tratando de imponer.
Otro punto interesante a analizar ya que la cuestión de la identidad digital descentralizada no está resuelta y todos los intentos que se han realizado hasta ahora han sido infructuosos, lo cual puede llevarnos a pensar si realmente es necesario que exista, ya que Bitcoin por diseño está pensado para eliminar la necesidad de confianza y por lo tanto no es necesario contar con un sistema para identificar a nadie si no hay nadie en quién confiar.
Os atemorizan vuestros propios hijos, ya que ellos son nativos en un mundo donde vosotros siempre seréis inmigrantes. Como les teméis, encomendáis a vuestra burocracia las responsabilidades paternas a las que cobardemente no podéis enfrentaros. En nuestro mundo, todos los sentimientos y expresiones de humanidad, de las más viles a las más angelicales, son parte de un todo único, la conversación global de bits. No podemos separar el aire que asfixia de aquél sobre el que las alas baten.
La brecha generacional que se está produciendo en la actualidad está quedando de manifiesto a través del descontento de los jóvenes al respecto de su situación financiera, ya no se habla de los mileuristas, pero era un concepto que reflejaba muy bien la problemática de todos aquellos que comenzaron su carrera en plena crisis financiera. Nadie puede extrañarse entonces al ver a los jóvenes que se lanzan a invertir en criptomonedas como lo hicieron sus padres en el sector inmobiliario. Aunque aquí hay un problema porque en el caso de Bitcoin ya ha demostrado sobradamente su solvencia durante todos sus años de funcionamiento, pero en el mundo crypto hay mucha incertidumbre, por eso es necesario recurrir a la prudencia todo lo que sea posible.
En China, Alemania, Francia, Rusia, Singapur, Italia y los Estados Unidos estáis intentando rechazar el virus de la libertad erigiendo puestos de guardia en las fronteras del Ciberespacio. Puede que impidan el contagio durante un pequeño tiempo, pero no funcionarán en un mundo que pronto será cubierto por los medios que transmiten bits.
Si la censura en Internet apenas ha funcionado, excepto en lugares como China, y aún así a los gobiernos se les escapa una parte muy importante de todo lo que ocurre en la red, con un sistema mucho más robusto como es Bitcoin, donde además el sistema de incentivos es mucho más fuerte para los que soportan el sistema, es casi imposible que logren hacer otra cosa que molestar o quizás incluso obtener algún tipo de beneficio en forma de impuestos, pero poco más.
Vuestras cada vez más obsoletas industrias de la información se perpetuarían a sí mismas proponiendo leyes, en América y en cualquier parte, que reclamen su posesión de la palabra por todo el mundo. Estas leyes declararían que las ideas son otro producto industrial, menos noble que el hierro oxidado. En nuestro mundo, sea lo que sea lo que la mente humana pueda crear puede ser reproducido y distribuido infinitamente sin ningún coste. El trasvase global de pensamiento ya no necesita ser realizado por vuestras fábricas.
Internet ha acabado con la dominancia de los medios de información masiva controlados o aliados con los gobiernos, como ese cuarto poder que realmente no es más que una prolongación del estado. Entonces por lógica Bitcoin hará con el dinero lo que Internet ha hecho con la información. Si se dice que la información es poder y muchos han mantenido su poder sobre la sociedad al controlar la información, ahora que han perdido ese poder solo les queda el poder sobre el dinero, cuando les quitemos también ese poder gracias a Bitcoin, las personas libres del ciberespacio seremos imparables.
Estas medidas cada vez más hostiles y colonialistas nos colocan en la misma situación en la que estuvieron aquellos amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que luchar contra la autoridad de un poder lejano e ignorante. Debemos declarar nuestros "yos" virtuales inmunes a vuestra soberanía, aunque continuemos consintiendo vuestro poder sobre nuestros cuerpos. Nos extenderemos a través del planeta para que nadie pueda encarcelar nuestros pensamientos.
Por esto es tan importante que todos aportemos al sostenimiento de la red de Bitcoin, haciendo funcionar nuestros nodos que replican una copia de la cadena de bloques para que la red resulte cada vez más resistente a la censura y si es posible también como mineros.
Crearemos una civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea más humana y hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado antes.
¿Alguna vez has escuchado a algún político hablar de construir una civilización más humana y hermosa? Como dice Álvaro D. María, el deber de los gobernantes debería ser ayudar a los ciudadanos a ser más virtuosos, pero la realidad es que sus prioridades son otras y en la mayoría de los casos están más relacionadas con sus intereses personales que con los de las personas a las que deberían servir.
Y tú, ¿qué opinas de todo esto?