5 de diciembre de 2021, Maratón de Valencia, el keniano Lawrence Cherono se impone a los 16.000 corredores que compitieron en la prueba, parando el crono en 2 horas, 5 minutos y 12 segundos. El premio recibido por semejante hazaña es de 50.000 euros.
Considerando que el precio medio que tiene que pagar cada corredor que compite en la carrera es de 90 euros, las cifras correspondientes de 2021 nos devuelven una recaudación, sin contar patrocinadores, de 1,5 millones de euros.
Como puedes ver, en el mundo del deporte, y desde el punto de vista económico, para que unos pocos ganen, otros muchos tienen que perder. Y de alguna forma lo mismo ocurre en el mundo de las inversiones, donde son muchos los que pierden y pocos los que ganan, porque al fin y al cabo se trata de un juego de suma cero.
Lo que ocurre es que en el mundo del deporte nadie que no tenga las dotes y el entrenamiento adecuados puede pretender ganar, porque ganar una maratón por ejemplo implica tener cierta genética y muchísimo entrenamiento, sin embargo en el mundo de las inversiones todo el mundo quiere ganar, lo cual como te puedes imaginar es imposible.
Entonces, deberíamos pensar que si para ser exitoso en el mundo del deporte hay que desarrollar unas dotes y entrenar una cantidad ingente de horas, en el mundo de las inversiones ocurrirá lo mismo y si la mayoría de mortales, que somos de estudiar poco y menos trabajar, en lo que a inversión se refiere, porque ya tenemos que estudiar y trabajar para nuestro trabajo habitual, deberíamos pensar que tenemos las de perder en este juego de la inversión.
Sin embargo por alguna razón la gran mayoría de la gente cuando invierte por primera vez lo hace pensando en que va a ganar, incluso en que va a ganar mucho, porque ha visto que otros son capaces de conseguirlo o porque alguien les ha contado todo lo que se puede ganar invirtiendo, pero por alguna razón no son conscientes de que igual que no todos los corredores pueden ganar una maratón, tampoco todos los inversores pueden ganar con sus inversiones.
Y aquí es donde llegan los disgustos y donde se genera el pánico en los mercados, cuando miles o millones de personas que invirtieron en un mercado alcista movidos por el ansia de hacerse ricos, venden cuando se produce un crash bursátil entrando en pánico y facilitando que aquellos que sí que tienen las dotes y están entrenados ganen aún más dinero.
Esta es la razón por la que en general se dice que no se puede ganar dinero con el trading o que invertir en criptomonedas es una estafa piramidal, porque a la mayoría de la gente no le funciona, cuando sin embargo hay algunos especialmente dotados y entrenados que se están haciendo ricos a costa de los que se dejan llevar por la euforia de los mercados o por el FOMO de las crypto.
Entonces, ¿qué podemos hacer aquellos que queremos invertir pero no contamos con las dotes adecuadas, en este caso en forma de inteligencia analítica, o el tiempo suficiente para entrenar, en este caso aprendiendo mucho sobre cómo funcionan los mercados y dedicando todo nuestro tiempo a ellos?
Para todos estos, entre los que me encuentro, el largo plazo es nuestro principal aliado. Porque realmente sí que es posible ganar dinero invirtiendo, especialmente si sabes seleccionar los activos adecuados y tienes suficiente paciencia como para esperar a que el mercado reconozca su valor.
Esto hasta hace poco ha ocurrido principalmente con el mercado inmobiliario y con las acciones de empresas, pero desde hace 13 años y gracias a Satoshi Nakamoto contamos con un nuevo tipo de activo que se muestra como una gran opción para invertir a largo plazo, a no ser que estés dispuesto a dejarte las pestañas dedicando todo tu tiempo e inteligencia a tradear con el precio de Bitcoin, aprovechando su alta volatilidad, lo mejor es holdear y aprovechar algo de tu tiempo libre para aprender más sobre esta tecnología que está cambiando el mundo.