La soberanía de Bitcoin
Bitcoin cumple una serie de características que nos permiten lograr soberanía sobre nuestro dinero, algo que no tenemos actualmente con el dinero fiduciario y que debería empezar a cambiar.
Este viaje de descubrimiento de Bitcoin cada vez se va adentrando en lugares más recónditos, sitios que nunca había transitado y que parecen ser tremendamente interesantes. Es el caso de la soberanía, algo que siempre había visto como un concepto político, pero que también tiene un componente individual que me resulta tremendamente importante por sus connotaciones filosóficas, respecto a la propiedad de uno mismo y la propiedad de nuestros bienes.
Con el dinero lo que ocurre es que se produce una situación contradictoria, ya que por un lado hablamos siempre de que es nuestro dinero, como si tuviéramos el control total sobre él, pero por otro lado sabemos que la función principal para la que el gobierno lo crea es para el pago de impuestos y por lo tanto tenemos que tener claro que no es nuestro dinero. Ellos lo imprimen, está su nombre inscrito en él y nos lo reclaman cuando consideran necesario. 2.000 años después la frase de Jesucristo “al César lo que es del César” sigue completamente vigente y cuando lleguen las Criptomonedas de los Bancos Centrales ya no habrá ninguna forma de librarse.
Lo que ocurre es que en el día a día todo eso se nos olvida y volvemos a ver el dinero como una herramienta cotidiana que nos permite comprar cosas, alquilarlas, endeudarnos, prestarlo, ahorrarlo, invertirlo … todo ello como alternativa a usar el ineficiente trueque, pero sin llegar a ser una herramienta completamente óptima.
En los países en los que tenemos cierta estabilidad económica, social y política, además de disfrutar del estado de bienestar, lo de que el dinero no sea realmente nuestro y no podamos hacer con él lo que queramos, no nos quita mucho el sueño, pero por desgracia la situación puede cambiar en cualquier momento. Y no es necesario esperar a que se produzca un vuelvo a nivel político, como ha ocurrido en muchos países donde han dejado de gozar de ese bienestar a nivel social, lo malo es que poco a poco los ciudadanos sufrimos las desventajas de no tener un dinero sólido, de depender exclusivamente de un dinero cuyo valor se va deteriorando con el tiempo.
Por esto la inversión inmobiliaria ha tenido tanto éxito a lo largo del tiempo, sobre todo en España, porque la gente sí que lo veía como una forma de asegurar su patrimonio en el largo plazo. Si lo pensamos, el hecho de hipotecarse, aunque fuese con intereses altos y a largo plazo, al menos permitía a la gente tener un patrimonio del que disfrutar en su madurez, algo que no habrían conseguido si simplemente hubiesen depositado el dinero en una cuenta bancaria.
Del otro lado está la opción de invertir en empresas, algo que en algunos países como Estados Unidos es muy habitual, lo cual permite que la gente obtenga una buena rentabilidad para su dinero en el largo plazo, pero que por desgracia en España y América Latina no es nada común, ya que está considerado como inversión de alto riesgo. Así que lo que hemos acabado aceptando como sociedad es que el dinero es para gastarlo, o como mucho para comprarte una casa, y que eso de construir patrimonio es para los ricos, que los demás debemos sentirnos satisfechos si llegamos a fin de mes.
Pero a estas alturas de la vida esto no puede continuar así, las personas nos merecemos contar con un dinero sólido, un buen dinero que no pierda su valor a lo largo del tiempo y que simplemente podamos ahorrar para poder usarlo en el futuro sin que eso suponga una merma para nuestro patrimonio. Así deberíamos poder contar con una forma de almacenar el valor que tiene nuestro trabajo, que resulte rápida y sencilla, sin necesidad de tener que complicarnos comprando casas o invirtiendo en empresas. Esto sería el primer aspecto de la soberanía sobre el dinero, tener un dinero que vale la pena tener, que vale la pena ahorrar.
Por otro lado, Bitcoin se presenta como una forma de dinero sobre la que tener el control total, lo cual es importante porque se asemeja a tener el dinero en metálico, contante y sonante, de cara a realizar transacciones de valor en el día a día, pero que además podemos ahorrarlo al no estar sometido la inflación. Con este nuevo tipo de dinero, que se parece más al oro, nosotros sí que podemos tener el control al respecto de cómo lo guardamos y lo protegemos, lo cual a su vez supone un alto nivel de responsabilidad, ya que no podemos recurrir a un tercero cuando tenemos un problema, como puede ser la pérdida de nuestras claves privadas.
Por lo tanto, custodiar tus propios bitcoins implica responsabilidad y correspondientemente donde hay responsabilidad existe riesgo, como el que puede producirse por la pérdida de fondos si no realizamos una gestión correcta de ello. También implica dejar de lado la comodidad de que otro gestione las cosas por tí, en este caso el banco, para empezar a pensar que con Bitcoin tú puedes ser tu propio banco, lo cual tiene sus ventajas, pero también sus riesgos. Y a este respecto existe una opción intermedia que es que una empresa custodie tus bitcoins, como es el caso de Coinbase, pero esto realmente nos resta soberanía y lo ideal es tener una wallet con nuestras propias claves privadas, incluso tener nuestro propio nodo.
Custodiar tus propios fondos te enseña a perder el miedo a gestionar el dinero, a darte cuenta de que no es tan complicado y a valorar que por fin tienes el control de tu dinero. Entonces cuando decides ser tu propio banco, comienzas también a preocuparte mucho más por los aspectos relacionados con la seguridad, lo cual siempre es positivo. Lo bueno es que podemos hacerlo de manera gradual, ir paso a paso, aprendiendo y asimilando aquellas técnicas de seguridad que podamos aplicar, sin cometer el error de intentar aplicar cosas que no comprendemos, lo cual podría poner en riesgo nuestros fondos, por errores cometidos o por perder el acceso a los mismos.
Ventajas de Bitcoin para la soberanía personal
Ahora bien, ¿por qué Bitcoin es mejor para la soberanía personal que el dinero de los gobiernos? en primer lugar porque es completamente tuyo, nadie te lo puede confiscar ni embargar, algo que con el dinero fiduciario sí que puede ocurrir, porque son los gobiernos los que controlan los bancos y en cualquier momento pueden tomar decisiones que afecten a tu dinero, como por ejemplo hizo el gobierno de India en 2016 al retirar los billetes de 500 y 1.000 rupias. Y sin irnos tan lejos, podríamos hablar del cepo cambiario en Argentina o de las restricciones a los pagos en metálicos que tenemos en España, donde además es legal que la administración pública te embargue el dinero de tu cuenta bancaria, por ejemplo por no pagar una multa de tráfico, aunque sea por un error de la administración que no te ha comunicado correctamente la sanción.
Pero este tema de la libertad de lo que podemos hacer o no con nuestro dinero y de que no nos lo puedan confiscar no es lo único que importa al respecto de la soberanía sobre el dinero, porque de base el dinero debe tener dos características que le permiten ser un buen dinero, que son:
Fungibilidad: lo que significa que cualquier unidad de dinero es equivalente a cualquier otra unidad. Esto está bastante resuelto con el dinero fiduciario, sobre todo si pensamos en términos de dólares o euros, pero en muchísimos países no tienen tanta facilidad para el intercambio de sus divisas, por lo tanto poder contar con una moneda que es global y se puede saber con exactitud cuánto vale, sin depender de ningún agente externo, es una ventaja muy importante que puede ofrecernos Bitcoin.
Liquidez: es la capacidad de vender con rapidez ese dinero a precio de mercado. Del mismo modo con los dólares o los euros nos puede resultar más sencillo que nos los acepten en cualquier lugar o que existan casas de cambio para ello, pero nuevamente Bitcoin al ser una moneda digital y global ofrece considerables ventajas a nivel de liquidez.
Otras ventajas que ofrece Bitcoin como dinero sólido son:
Custodia personal: como hemos visto la custodia personal supone una mayor responsabilidad sobre nuestro dinero, pero también tiene sus ventajas en lo que a independencia se refiere, ya que por ejemplo aquellas personas que tienen que marcharse de su país, por cuestiones políticas o económicas, tienen ahora mucho más fácil llevar consigo una parte de su patrimonio. Con tan solo recordar o llevar apuntadas las palabras semilla se puede recuperar una wallet desde cualquier lugar con conexión a internet.
Privacidad: aunque Bitcoin no es anónimo sino pseudónimo, lo que quiere decir que todo el mundo puede ver quién hace las transacciones, de esas transacciones solo se puede ver la clave pública. De esta forma resulta difícil saber quién es el propietario de un Bitcoin pero no imposible, ya que hay empresas que se dedican a trazar las transacciones hasta que encuentran un lugar en el que el usuario además de dar su clave pública ha introducido también sus datos personales. Hablaremos de esto más adelante en otro artículo, pero por ahora vale la pena saber que hay mucho interés en la comunidad de desarrollo de Bitcoin para aumentar la privacidad, como es a través de las mejoras introducidas en la actualización Taproot y a funcionalidades como CoinJoin que ofrecen algunas wallets.
Transparencia: si dispones de tu propio nodo puedes tener acceso directo a la información del libro contable y saber qué ocurre exactamente con tu dinero en cada momento, para no tener que depender de que un tercero decida proporcionarte esta información. Esto está muy relacionado con lo que hemos comentado de la fungibilidad y la liquidez, por ejemplo por aspectos como la reversibilidad de las transacciones, algo que en el caso de Bitcoin no es posible, pero sí en medios de pago como Visa, porque al ser centralizado pueden decidir revertir una transacción sin nuestro consentimiento o siguiendo instrucciones de las instituciones públicas.
Niveles de soberanía individual con Bitcoin
Tener soberanía individual sobre el dinero no implica dejarlo todo y vivir solo con bitcoin, ni tampoco implica no pagar impuestos, tan solo se trata de ir siendo cada vez más consciente de la importancia de tener cierta autonomía sobre las decisiones que se tomen a nivel de política monetaria en tu país. Además se trata de empezar a pensar que en un mundo digital es posible un dinero con una oferta monetaria limitada y que se gestiona de manera descentralizada.
Entonces podemos ver cómo existen diferentes niveles a través de los cuales ir pasando en este viaje hacia la soberanía individual en relación con el dinero.
Nivel 0: no tienes bitcoins, todo tu dinero está en forma del dinero basado en la confianza que tienes en el gobierno de tu país. Con suerte has logrado crear algo de patrimonio invirtiendo en inmobiliaria o acciones de empresas. Te llama la atención Bitcoin y te gustaría empezar a aprovechar sus ventajas.
Nivel 1: ya te has lanzado a comprar o ganar bitcoins, pero aún no los controlas directamente a través de tu propia clave privada, sino que los tienes en un exchange o servicio de custodia tipo Coinbase. Así comienza la mayoría de la gente, pero poco a poco te vas dando cuenta de que te gustaría tener más control a nivel de seguridad y sobre todo de privacidad.
Nivel 2: tienes los bitcoins en una wallet con tus claves privadas a buen recaudo y eres consciente de que en este caso la seguridad de tus bitcoins dependen completamente de tí, que si pierdes las claves privadas no podrás recuperarlos. Además te preocupa la privacidad y buscas que tus datos personales no estén directamente asociados a tus bitcoins.
Nivel 3: aumentas el nivel de seguridad de tus bitcoins a través de una hardware wallet, lo cual permite aislarlo de Internet y que de esta forma sean más difíciles de robar. Esto supone tener que dedicar más tiempo a aprender sobre aspectos de seguridad y privacidad para lograr un alto nivel de soberanía.
Nivel 4: además de tener tu propia wallet te has decidido a colaborar con el ecosistema Bitcoin creando tu propio nodo, que puede validar las transacciones que se realizan en la cadena de bloques, lo cual te ofrece mayor información de lo que está ocurriendo con tus bitcoins, por ejemplo cada vez que realizas una transacción. En este punto incluso puedes estar planteándote convertirte en minero.
Nivel 5: en todos los casos anteriores Bitcoin es para ti una opción secundaria al dinero fiduciario, pero algunos bitcoiners llegan a un nivel de soberanía mucho mayor teniendo una parte muy importante de su dinero o incluso todo, en forma de Bitcoin. Además son capaces de comprar y vender usando bitcoins, aunque de vez en cuando recurren al dinero del gobierno, por ejemplo para pagar impuestos.
Nota: cuando hablo de bitcoins no me refiero a unidades completas, porque está claro que la mayoría de la gente empezará por tener porciones de la criptomoneda, lo que se denominan satoshis, pero por simplificar utilizo el plural en general de bitcoin porque así resulta más sencillo.
El individuo soberano
En 1997 James Dale Davidson y William Rees-Mogg publicaron el libro The Sovereign Individual: Mastering the Transition to the Information Age, el cual puede considerarse una especie de profecía al respecto del papel que está jugando Bitcoin en la actualidad y puede mostrarnos el camino de lo que irá ocurriendo en el futuro.
A continuación comparto algunas de las ideas principales que transmite el libro, porque están muy relacionadas con la soberanía individual que puede proporcionarnos Bitcoin en relación con el dinero y también en otros aspectos importantes de nuestra vida.
El estado existe porque existe la violencia y la violencia existe porque es rentable, pero la imposibilidad de usar la fuerza bruta para obtener dinero terminará perjudicando a la forma en la que se financian los estados. Los estados son organizaciones a quienes sus miembros pagamos tributo, de manera involuntaria, a cambio de protección.
Existen innovaciones que alteran la lógica de la violencia, como es la realidad virtual del ciberespacio, una alucinación consensuada que es capaz de producir sociedades de la información que trascienden la localidad. En ellas se puede generar una nueva clase de actividad económica que no será rehén de la violencia física y que estará liderada por una élite cognitiva que operará más allá de las fronteras políticas.
Quienes puedan educarse y motivarse a sí mismos serán casi completamente libres de inventar su propio trabajo y percibirán todos los beneficios de su propia productividad. En la Sociedad de la Información, nadie que sea realmente capaz será demorado por opiniones ajenas mal formadas.
El mérito, donde sea que surja, se premiará como nunca antes. En un ambiente donde la mayor fuente de riqueza estará en tus ideas en lugar de en el capital físico, cualquiera que piense de manera clara será potencialmente rico.
En el futuro, uno de los hitos por los que se medirá tu éxito financiero será no solo cuantos ceros podés agregar a tu patrimonio, sino si puedes organizarte para alcanzar una autonomía completa e independencia individual. Entonces la proliferación de jurisdicciones provendrá de la experimentación en nuevas maneras de hacer cumplir contratos, garantizando la seguridad de las personas y la propiedad.
De esta forma, poco a poco, los individuos escaparán del control de la política, lo cual ampliará el alcance del control privado sobre los recursos. Así la genuina igualdad de oportunidades basada en el mérito conducirá a grandes recompensas y gran autonomía individual. Lo cual hará a los individuos mucho más responsables de sí mismos de lo que han estado acostumbrados durante el período industrial. Y correspondiente los gobiernos ya no serán capaces de cobrar por sus servicios más de lo que realmente valen y de lo que la gente está dispuesta a pagar.
Ya que las transacciones en Internet pueden encriptarse, pronto serán imposibles de capturar por los recolectores de impuestos. El ciberespacio es la mejor de las jurisdicciones offshore. En la Era de la Información, los individuos serán capaces de usar cibermonedas y por consiguiente declarar su independencia monetaria. La importancia de los estados en el control de la riqueza mundial será trascendida por algoritmos matemáticos que carecen de existencia física.
La adopción generalizada de tecnologías de cifrado de clave pública / clave privada pronto permitirá que se realicen cuantiosas actividades económicas desde cualquier lugar. Las innovaciones tecnológicas colocarán una gran parte de la riqueza mundial fuera del alcance de los gobiernos. Una vez más, la rentabilidad estará determinada no tanto por la ventaja tecnológica sino por tu capacidad de reducir el coste que te ves obligado a pagar por protección.
Ahora la tecnología de la información está reduciendo los beneficios económicos que genera la violencia. Esto hace que la política sea anacrónica e irrecuperable. A medida que la tecnología reduce los costos transaccionales, junto al proceso que permitirá a las personas escapar de la dominación de los políticos, también podrá escaparse del gobierno de las corporaciones. Las corporaciones actuales competirán con las corporaciones virtuales de todo el mundo y por sí mismas, no tendrán más poder para manipular los mercados.
Así los individuos finalmente serán libres de determinar sus propios destinos en un mercado verdaderamente libre, que no estará gobernado ni por los gobiernos ni por las grandes corporaciones.
El éxito en los negocios, como en la mayoría de las áreas de la vida, será de aquellos que sean capaces de resolver problemas. Si puedes aprender cómo resolver problemas, tienes una brillante carrera por delante. Sin importar dónde vivas, encontrarás muchos problemas que necesitan solución. Y en la mayoría de los casos, aquellos que se beneficiarían de la solución de sus problemas te pagarán generosamente.
Me parece impresionante que esto se escribiera hace ya 25 años y me ilusiona pensar en un futuro en el que realmente las personas podamos tener más libertad, al tiempo que mantenemos los beneficios de vivir en una sociedad que hemos ido construyendo entre todos.
Me gusta la idea de que los gobiernos tengan que ganarse el beneplácito de sus clientes, porque los ciudadanos lleguemos a tener tanto poder que seamos vistos realmente como clientes a los que satisfacer y no como súbditos o como trabajadores. Un modelo de sociedad donde los gobiernos estén al servicio de los ciudadanos, porque hemos llegado a un alto nivel de empoderamiento, primero gracias a Internet en lo que a comunicación, información y conocimiento se refiere y luego gracias a Bitcoin que nos permite tangibilizar el valor del esfuerzo que realizamos a través de nuestro trabajo.
Conclusión
Durante mucho tiempo las personas hemos renunciado a muchos aspectos relacionados con nuestra libertad a cambio de recibir servicios por parte de los gobiernos en el marco del denominado estado de bienestar. Esto ha sido necesario y positivo en un mundo que estaba regido por la escasez. Pero en la era digital, una era de abundancia, especialmente a nivel de conocimiento, los individuos poco a poco nos tenemos que ir liberando de unas ataduras que ya son completamente innecesarias.
Por ejemplo a nivel de privacidad hemos realizado una gran renuncia en los últimos años, a cambio de recibir servicios tanto por parte de los gobiernos, como son la educación y la sanidad, como por parte de las empresas, en lo relativo a las comunicaciones y el acceso a la información. El sacrificio ya lo hemos realizado y algunos han obtenido un importante beneficio al respecto. Pero no tenemos por qué seguir en esa línea, realmente las cosas pueden cambiar a favor de la gente, pero para ello es necesario que realicemos un esfuerzo personal, que aprendamos sobre cómo funciona la privacidad y busquemos alternativas que nos empoderen.
En el caso de Bitcoin no tenemos privacidad 100%, porque es un sistema pseudónimo, no anónimo, pero sí que poco a poco podemos ir dando pasos para que lo sea, tanto a nivel técnico, gracias a las actualizaciones que se van realizando en el código, como a nivel personal si recurrimos a servicios que no nos pidan nuestros datos personales para operar. En todo caso siempre será más privado que lo que tenemos ahora con las tarjetas de crédito, donde todos los intermediarios pueden saber con todo lujo de detalles en qué gastamos nuestro dinero.
En los próximos años se van a producir importantes cambios a nivel económico y político, porque gracias a Internet las personas podemos estar mejor informadas y cada vez será más difícil que nos sigan manipulando los políticos y los medios de comunicación. Entonces, cuando tomemos conciencia de la importancia de velar por nuestra soberanía personal, nos vendrá genial contar con un dinero libre e incensurable, un dinero descentralizado, que nadie puede controlar y que se ha vuelto imparable. Ese dinero es Bitcoin y puede ser totalmente nuestro, lo cual implica asumir una mayor responsabilidad y por eso lo mejor que podemos hacer en este momento es formarnos sobre ello.