Elementos Bitcoin
Para entender el potencial de Bitcoin vale la pena conocer cada uno de los elementos que lo conforman y a ello es lo que vamos a dedicar este artículo.
Para entender el potencial de Bitcoin vale la pena conocer cada uno de los elementos que lo conforman, porque si cada uno de ellos puede resultar de utilidad por sí mismo, cuando están unidos hacen de esta tecnología algo único e inigualable.
En Bitcoin se cumple la máxima de que el conjunto es mayor que la suma de sus partes, de hecho, muchas de sus partes ya existían por separado antes de que Satoshi Nakamoto tuviera la genialidad de juntarlas, para crear la primera moneda digital que realmente ha logrado cumplir su función y alcanzar un nivel de madurez adecuado como del que ahora goza.
Lo que vamos a hacer en este artículo es enumerar cada una de las partes que conforman Bitcoin, considerando su aportación particular y las implicaciones que tiene para el conjunto.
Empecemos por los elementos primarios, los que son principalmente tecnológicos y permiten el funcionamiento del sistema:
Código: es la base de todo, lo primero que se construyó, tras publicarse el paper inicial por parte de Satoshi Nakamoto y antes de que comenzara a desarrollarse la red descentralizada de nodos, la minería, la comunidad, … Cualquier persona puede consultar el código a través de Bitcoin Core y de hecho esto ha sido la base del surgimiento de las otras criptomonedas. Es difícil imaginarse Bitcoin si su código no se hubiese publicado de manera open source, es más, las iniciativas privadas que hemos visto a este respecto, como el caso de Libra de Facebook no han podido prosperar como se esperaba, por las trabas gubernamentales que surgen inmediatamente para todo aquello que está regulado. Del mismo modo, que el código de Bitcoin se haya publicado de manera libre, ha provocado un gran movimiento a nivel de innovación, tanto de cara a mejorar el propio código de la criptomoneda por parte de una comunidad de desarrolladores, como por otros desarrolladores que han creído mejor crear sus propias criptomonedas para cumplir otras funciones, como el caso de Ethereum para ampliar las posibilidades de los Smart Contracts.
Criptografía: como supongo que sabes, Bitcoin fue desarrollado por criptógrafos, es decir, por personas que se dedicaban al desarrollo de algoritmos, protocolos y sistemas que se utilizan para dotar de seguridad a las comunicaciones y a la información. De hecho la primera propuesta de Satoshi Nakamoto para la creación de Bitcoin fue publicada en la lista de correo Metzdowd, sobre tecnología criptográfica y su impacto político, en la que participaban interesados por los aspectos técnicos de los criptosistemas, las repercusiones sociales de los criptosistemas y la política de la criptografía, como los controles de exportación o las leyes que restringen la criptografía. La técnica criptográfica en la que se basa Bitcoin se denomina criptografía de clave pública (criptografía asimétrica) y criptografía de clave privada (criptografía simétrica), en la que el cifrado de clave pública genera un hash que hace más sencilla la distribución de la información mientras que la clave privada cifra y descifra la información entre el emisor y el receptor. Lo que tienes que saber en este punto es que Bitcoin tiene un importante soporte en las matemáticas, ya que por ejemplo en su última actualización, llamada Taproot, se ha realizado una importante mejora al introducir un nuevo sistema de firmas para las transacciones, denominado Schnorr, que le aporta aún más seguridad.
Blockchain: se trata de la base de datos o libro contable, en la que van quedando registradas todas las transacciones que se realizan con bitcoin. Para su funcionamiento es necesario usar la criptografía de clave pública y clave privada, de la que acabamos de hablar, ya que es la forma de corroborar la propiedad de cada uno de los bitcoins y sobre todo de asegurar que no se produce el doble gasto, que es la clave de toda esta invención. De esta forma la cadena de bloques sustituye al trabajo que habitualmente realizan los bancos, que son los responsables de mantener de manera centralizada ese libro contable en el que se dice a quién pertenece el dinero y que cuando alguien transfiera dinero a otra persona, quede registrado que el primero ya no es el propietario de ese dinero y que este ha pasado a ser propiedad del segundo. Ahora gracias a Blockchain todo esto se puede realizar de manera automática y descentralizada, eliminando intermediarios, reduciendo ineficiencias y aumentando la seguridad, gracias al siguiente elemento que vamos a comentar.
Prueba de trabajo: es una de las innovaciones más importantes que ha realizado Bitcoin, ya que propone sustituir la confianza que aportan los modelos centralizados, por el sacrificio que hay que realizar si quieres formar parte de un sistema descentralizado. En el caso del modelo centralizado se supone que confiamos en el intermediario, ya sea en el banco, que almacena el dinero o en el gobierno, que lo crea. Pero en el caso del modelo descentralizado la clave está en no tener que confiar en nadie, solo en el sistema y las matemáticas que lo soportan. Por eso se dice que Bitcoin es Trustless. Entonces para que esto funcione, alguien tiene que realizar un sacrificio, que en este caso son los mineros, a través de la prueba de trabajo. En el modelo centralizado se invierte mucho tiempo y mucho dinero por parte de personas, empresas e instituciones para que el sistema funcione, en el caso del modelo descentralizado que propone Bitcoin a través de Blockchain, lo que se invierte es energía, que tienen que aportar los mineros en forma de capacidad de cómputo de sus ordenadores, que realizan operaciones matemáticas muy complejas y que son las que aportan la seguridad a la red.
Minería: se trata de uno de los elementos de Bitcoin que más curiosidad despierta y también más confusión, porque aunque la referencia a la minería del oro tenga sus similitudes, sin embargo no explica adecuadamente la función que se está cumpliendo. De esta forma podemos definir la minería de Bitcoin como el proceso a través del cual se crean los bloques que conforman la blockchain y que contienen el conjunto de las transacciones que se realizan con la criptomoneda. Para que este proceso se lleve a cabo tiene lugar una competición entre todos los mineros que quieren conseguir los bitcoins que se entregan como recompensa por aportar capacidad de cómputo y seguridad a la red. Por lo tanto, existe un sistema de incentivos para que haya personas y empresas que dediquen sus ordenadores al sostenimiento de la red, de forma que cuántos más personas participan en ello, aportando su capacidad de cómputo y correspondientemente la energía necesaria para que funcionen esos ordenadores, más segura se vuelve la propia red. De esta forma cualquiera que quiera atacar Bitcoin lo que tendrá que hacer es atacar a los mineros y para lograr ganarlos deberá contar con una capacidad de cómputo mayor que ellos.
Nodos: los nodos son los ordenadores responsables de ejecutar el software que permite que funcione la red de Bitcoin y también de almacenar la cadena de bloques, que contiene a su vez las transacciones que en ella han quedado registradas. De esta forma, los nodos son los responsables de hacer que la red sea descentralizada, porque si el software y la base de datos está en todos ellos, por lo tanto no hay uno o varios que tengan un control específico sobre el total. Esto a su vez aporta el componente de seguridad, ya que para atacar la red habría que atacar a todos los nodos o a la mayoría de ellos, de forma que se pudiesen modificar las transacciones, con la dificultad añadida de que en el momento en el que la red descubra que está siendo atacada a través de algunos de sus nodos, los otros responderán sobreescribiendo las transacciones que hayan sido realizadas de manera ilícita. Existen distintos tipos de nodos, como son los que sólo almacenan la blockchain con las transacciones y por otro lado los que además funcionan como mineros, pudiendo escribir las transacciones en la cadena de bloques. Se considera que actualmente la red de Bitcoin cuenta con unos 300.000 nodos por lo que sin duda se puede decir que se trata de una red descentralizada.
Token: ahora bien, hasta el momento hemos hablado de Bitcoin como tecnología y como red, pero no como moneda, entonces llega el momento de hablar de ese elemento de representación de valor que permite su intercambio entre personas, de esta forma tenemos por un lado Bitcoin como tecnología, protocolo, red, … y por otro lado está la moneda. Para ser precisos, en el ecosistema de las criptomonedas se habla de token cuando es una criptomoneda que no tiene su propia blockchain, sino que funciona por ejemplo sobre la red de Ethereum. Por lo tanto, aunque bitcoin no se considere un token sino una moneda, lo que queremos destacar en este punto es que los bitcoins son los elementos que se utilicen para que funcione esta red descentralizada y en la blockchain lo que queda registrado es de quién es en un momento determinado su propiedad. A este respecto vale la pena mencionar que los bitcoins no se almacenan en un wallet, sino en la blockchain y por lo tanto hay una copia de ellos en cada uno de los nodos que almacenan la base de datos de Bitcoin, por lo tanto se trata simplemente de un registro de quién es el propietario de cada uno de los bitcoins.
Transacciones: como hemos dicho al hablar del funcionamiento de blockchain lo que está quedando registrado en esa base de datos descentralizada son las transacciones entre los usuarios que conforman la red y que se intercambian bitcoins o porciones de estos, llamados satoshis. Y como se puede leer en paper original de la invención de Bitcoin: la red sella las transacciones en el tiempo en una cadena continua de proof-of-work basada en hash (un algoritmo matemático que transforma cualquier bloque arbitrario de datos en una nueva serie de caracteres con una longitud fija), estableciendo un registro que no se puede modificar sin rehacer la proof-of-work. Por lo tanto son las transacciones el núcleo de todo el sistema, lo que hace que quede constancia de quiénes son en cada momento los propietarios de los bitcoins. Y todo lo que se refiere a salvaguardar la seguridad del sistema se articula en base a impedir que los registros de esas transacciones sean modificados, para de esta forma asignar los bitcoins a otra persona que no sea su legítimo propietario.
Wallet: finalmente para que el sistema en su conjunto funcione y los usuarios puedan interactuar con él, se hace necesario disponer de un software que permita realizar esas transacciones y consultar el estado de nuestros bitcoins. La función principal de estos monederos es gestionar nuestras claves públicas y privadas, que son imprescindibles para poder operar con la criptomoneda. Existen muchos tipos de wallets, desde los que están instalados en un ordenador o en un móvil, hasta los que utilizan un hardware específico que no está conectado a Internet, para mejorar la seguridad y evitar posibles robos a través de la red. Pero lo que hay que tener en cuenta en este punto es que un exchange, es decir, la web o app en la que se suelen comprar y vender las criptomonedas, como es el caso de Coinbase, no es un wallet en sí mismo y por lo tanto podemos decir que los bitcoins no serían realmente nuestros si no tenemos las claves correspondientes que permiten gestionar los bitcoins de forma completamente independiente al exchange. Además, en lo que a los exchange se refiere, tenemos que saber que son objetivo de muchos ataques por parte de ciberdelincuentes, por lo tanto para asegurar nuestros bitcoins lo mejor es tener nuestras propias claves en nuestro propio wallet.
Una vez hemos entendido cuáles son los elementos primarios que hacen que funcione la red de Bitcoin veamos a continuación los elementos secundarios, que realmente son consecuencia de los anteriores:
Descentralización: es lo más diferente de todo lo que habíamos visto antes de Bitcoin, en lo que a dinero se refiere, y podría ser la clave para muchas de las cosas que están por venir en el futuro. Lo que ha hecho Bitcoin en este caso es aprender de iniciativas anteriores, que aprovechaban el poder de la red para construir modelos de relación y colaboración en los que no son necesarios los intermediarios y donde no existe ninguna organización que centraliza la toma de decisiones. Realmente hacía falta algo así, los que creemos en la libertad individual necesitábamos que por fin una iniciativa descentralizada llegase lo suficientemente lejos como para demostrar que no es necesario que ninguna institución controle y fiscalice determinado tipo de decisiones y actividades. Así se entiende entonces por qué Bitcoin ha logrado tanta tracción en sus 10 años de historia, alcanzando una capitalización de mercado de 1 trillón de dólares, ha demostrado que se trata de algo tremendamente valioso y ha abierto el camino hacia un futuro donde la descentralización y la soberanía personal tengan cada vez más fuerza.
Trustless: como consecuencia de la descentralización surge una idea un tanto utópica pero que Bitcoin está en el camino de alcanzar. Si no existe un agente central o intermediario que aporte confianza al sistema ¿En quién podemos depositar nuestra confianza? Aquí no existe una empresa o gobierno que nos aporte esa confianza, aunque la realidad es que si lo pensamos, tampoco confiamos muchas veces en esas instituciones, pero no tenemos otra opción que aceptarlas porque no existe una alternativa mejor. De hecho muchas de estas instituciones aportan confianza porque minimizan la posibilidad de error, reduciendo la posibilidad de que alguien mal intencionado pueda hacernos daño, imponiendo normas que finalmente pueden perjudicarnos a nosotros mismos. Ahora gracias a la criptografía, a la cadena de bloques y al resto de elementos que conforman Bitcoin, podemos confiar en el sistema en sí mismo, porque consideramos que los elementos que lo constituyen nos ofrecen confianza y por lo tanto el conjunto también lo hace. De ahí el famoso dicho “In Math We Trust”
Incentivos: una de las mayores genialidades de Bitcoin es el sistema de incentivos que se ha desarrollado, a través del cual, contribuir de manera positiva al sostenimiento del sistema puede resultar más beneficioso que atacarlo para aprovecharse de él. Por esto probablemente Bitcoin no ha sido hackeado hasta la actualidad, porque para hacerlo es necesario tener capacidad de cómputo enorme y realizar el denominado ataque del 51%, es decir, poder controlar la mayoría de la red para registrar en la blockchain transacciones falsas y de esta forma robar algunos de los bitcoins que ahora pertenecen a otras personas. Así explica el propio Satoshi Nakamoto por qué en Bitcoin trae más cuenta ser honesto que robar: el incentivo puede ayudar a que los nodos permanezcan honestos. Si un atacante codicioso fuera capaz de reunir más potencia CPU que la de todos los nodos honestos, tendría que escoger entre usarla para defraudar a la gente robándoles los pagos recibidos, o usarla para generar nuevas monedas. Debe encontrar más rentable respetar las reglas, esas reglas que le favorecen entregando más monedas nuevas que a todos los demás en conjunto, que socavar el sistema y la validez de su propia riqueza.
Consenso: en un sistema descentralizado, en el que no es necesario confiar en una institución central, lo que se hace necesario es establecer una serie de normas que velen por la integridad del sistema y por el interés de los que lo conforman. Para ello en Bitcoin se establece el denominado mecanismo de consenso, que en el caso de Bitcoin funciona a través de la prueba de trabajo, es decir, la red de mineros cuando realizan su función, llegan a un consenso que se expresa de la siguiente forma: la cadena más larga no solo sirve de prueba efectiva de la secuencia de eventos, sino que también demuestra que procede del conjunto de CPU más potente. Mientras la mayoría de la potencia CPU esté controlada por nodos que no cooperen para atacar la propia red, se generará la cadena más larga y se aventajará a los atacantes. La red en sí misma precisa de una estructura mínima. Los mensajes se transmiten en base a "mejor esfuerzo" , y los nodos pueden abandonar la red y regresar a ella a voluntad, aceptando la cadena proof-of-work más larga como prueba de lo que ha sucedido durante su ausencia.
Comunidad: entonces cuando no puedes confiar en nadie en concreto ¿en quién confías? en la tecnología, en las matemáticas y también en la comunidad. Millones de personas que usan Bitcoin, cientos de miles de personas que aportan recursos informáticos a través de sus nodos, miles de personas que invierten cantidades ingentes de dinero en computadoras y energía para que funcione la minería, y muchas más personas que ayudan a que todo esto prospere mejorando el código fuente o realizando divulgación y formación. Las comunidades open source funcionan y en el caso de Bitcoin estamos hablando de mucha gente que ha entendido que Internet merece un dinero digital, que las personas merecemos un dinero que nos aporte libertad y que no esté al arbitrio de gobernantes que miran exclusivamente por sus intereses particulares.
Energía: por mucho que nos duela a los que estamos preocupados por la sostenibilidad del planeta, la energía es necesaria para que funcione la red de Bitcoin, pero no solo porque los ordenadores o smartphone en los que usamos los exchanges y los wallets necesitan recargar sus baterías, sino sobre todo porque la seguridad de la red depende de que esta invierta una gran cantidad de energía para realizar la prueba de trabajo, a través de la ingente cantidad de cálculos matemáticos necesarios para resolver el acertijo por parte del minero que podrá crear un nuevo bloque y correspondientemente obtener su recompensa en forma de nuevos bitcoins. La energía es correspondientemente el precio que tenemos que pagar por la seguridad, sobre todo porque todo ese gasto que se va realizando, queda acumulado en la propia red y aquel que quiera atacarla debería incurrir en un gasto equivalente para poder salirse con la suya. Como digo, esto de que Bitcoin consuma tanta energía no es lo ideal, pero resulta necesario si queremos tener todo el resto de ventajas del sistema, por lo tanto lo que tenemos que encontrar es la forma de que esa energía no sea contaminante o incluso que podamos usar energía que normalmente se desaprovecha, al fin y al cabo tenemos sobre nuestras cabezas una fuente de energía inmensa e inagotable, solo tenemos que seguir trabajando para poder aprovecharla mejor.
Inmutabilidad: una de las grandes diferencias de Bitcoin con el resto de sistemas informáticos que se han utilizado para llevar una contabilidad de los activos, es que en el caso de usar la blockchain todas las transacciones quedan registradas de manera inmutable, lo que se convierte en una especie de sello de tiempo que ofrece una gran utilidad al sistema. En primer lugar la inmutabilidad nos ofrece la seguridad de que nadie puede hacer cambios sobre lo escrito en la cadena de bloques, si no cuenta con el consenso de la red y como el sistema en sí mismo no permite revertir las transacciones tenemos la certeza de que lo que ahí queda escrito nadie lo va a poder cambiar. En segundo lugar esta utilidad nos permite tener una trazabilidad de todas las transacciones que se han realizado a lo largo de la historia, lo cual aporta una visibilidad al respecto de saber que nadie ha estado haciendo trampas y modificando lo que ahí queda escrito, que el final es a quién corresponde la propiedad de los bitcoins.
Escasez: aquí está una de las claves por la que Bitcoin puede llegar a ser algo muy importante en el futuro en términos económicos y monetarios, lo cual a su vez es un tema que genera mucha controversia, pero que para muchos va a ser lo que marque la diferencia. Hablamos de la limitación del número de bitcoins a 21 millones, lo cual convierte a Bitcoin en una moneda deflacionaria y contradice muchas de las teorías económicas que dicen que cierto nivel de inflación es positivo. A este respecto nos estamos refiriendo a la definición antigua de inflación, la que habla de la emisión continuada de moneda, no directamente a la que corresponde con la subida de precios, aunque está a su vez es consecuencia de la primera. Por lo tanto, llegado el momento en el que se hayan emitido los 21 millones de monedas de Bitcoin ya no se podrán crear más y esta escasez puede hacer que mucha gente se interese por tener estas monedas, porque a lo largo de la historia la humanidad siempre ha recurrido a bienes escasos como depósito de valor y para realizar transacciones.
Certeza: como consecuencia de la inmutabilidad de las transacciones y la limitación de la oferta monetaria a 21 millones de bitcoins, nos encontramos ante un sistema que ofrece mucha certeza a los que lo utilizan, porque saben que a mitad de la partida no podrán ser cambiadas las reglas del juego, lo cual genera confianza en el sistema. Entonces cuando la gente deposita su confianza en algo, cada vez más gente lo hará, produciéndose los efectos de red. Si yo quiero pagarte a ti con Bitcoin, te enseñaré a usarlo, porque pienso que ambos saldremos beneficiados por ello. Esto de la certeza es algo que no existe con el dinero de los gobiernos, ya que estos utilizan la oferta monetaria para controlar, o intentar controlar, la economía y por lo tanto constantemente toman decisiones al respecto que nosotros no conocemos y que sin embargo nos pueden afectar enormemente. Por lo tanto ante esa incertidumbre para mucha gente el sistema de dinero fiduciario no es el adecuado y por eso busca refugio en otro tipo de dinero más adecuado, como ha sido durante siglos el oro y es ahora Bitcoin.
Precio: considerando que mucha gente llega a Bitcoin por la revalorización de su precio, podemos considerar que este se ha convertido en la principal forma de darse a conocer. Una especie de campaña de marketing no intencionada y que nadie dirige, pero que está dando muy buenos resultados, ya que mucha gente que llega a Bitcoin por el precio se acaba interesando también por sus connotaciones tecnológicas, económicas y sociales. El precio además viene condicionado por la escasez, lo cual hemos visto como una de las ventajas que la gente ve a este sistema de dinero, por lo tanto es lógico pensar que a medida que más personas y empresas se vayan interesando por formar parte de esto, la moneda continuará apreciándose.
Conclusión
A lo largo de este artículo hemos conocido cuáles son los elementos más importantes que conforman el ecosistema Bitcoin, desde los más básicos y tecnológicos a los que surgen como consecuencia de la innovación que ha producido esta tecnología. Una vez que conocemos cuáles son estos elementos, podremos ir analizando cada uno de ellos en los próximos artículos de esta newsletter para entender las connotaciones que esto tiene para nosotros en particular y para la sociedad en general.
Como puedes ver no es fácil decidir cuál de todos estos elementos es el más importante, aunque dependiendo de la forma de pensar de cara uno habrá algunos que encajen más que otros, lo importante es ser capaz de entender el sistema en su conjunto, ya que es donde se encuentra su verdadero potencial.
Extenso y apasionante, no lo puedo calificar de otra manera.