Don’t trust, verify
No confíes, verifica. Antes de lanzarte a probar cualquier aplicación relacionada con Bitcoin es fundamental que verifiques que es digna de confianza. Te ahorrarás posibles disgustos.
El comercio en Internet ha llegado a depender casi exclusivamente de las instituciones financieras como terceros de confianza en el proceso de los pagos electrónicos. A pesar de que el sistema funciona suficientemente bien en la mayor parte de las transacciones, sufre la debilidad inherente al modelo basado en confianza. Las transacciones completamente irreversibles no son posibles debido a que las instituciones financieras no pueden evitar mediar en las disputas. El coste de esta mediación incrementa los costes de transacción, limitando su tamaño mínimo útil y eliminando la posibilidad de realizar pequeñas transacciones ocasionales, y hay un coste mayor al perderse la posibilidad de hacer transacciones irreversibles para servicios irreversibles. Con la posibilidad de ser reversible, la necesidad de confianza crece. Los comerciantes deben tener precaución con sus clientes, solicitándoles más datos de los que de otra forma serían necesarios. Se acepta como inevitable un cierto porcentaje de fraude. Esos costes y la incertidumbre en los pagos se pueden evitar cuando se usa dinero físico en persona, pero no existe mecanismo que permita realizar pagos a través de un canal de comunicación sin la participación de un tercero de confianza. Es necesario, por tanto, un sistema de pago electrónico basado en prueba criptográfica en lugar de confianza, permitiendo que dos partes interesadas realicen transacciones directamente entre ellas, sin necesidad de un tercero de confianza. Si las transacciones son computacionalmente imposibles de revertir, protegerán a los vendedores del fraude, y cualquier mecanismo de depósito de garantía se puede implementar fácilmente para proteger al comprador.
Del paper escrito por Satoshi Nakamoto deja claro que uno de los principales objetivos de Bitcoin era eliminar la necesidad del tercero de confianza en los intercambios económicos entre personas, pero al eliminar ese tercero de confianza se depositó en las personas las responsabilidad de verificar que las herramientas que permiten interactuar con Bitcoin son de fiar.
Desde el momento que nos planteamos adentrarnos en el mundo Bitcoin y comprar nuestros primeros sats, tenemos que asegurarnos de que la wallet y el exchange que vayamos a utilizar merecen confianza. Para ello tendremos que verificar su reputación, realizando búsquedas online, preguntando a personas en las que confiemos o pidiendo referencias a expertos en la materia. Por suerte existe muchísima información en Internet al respecto de qué wallets y qué exchanges merece la pena usar.
Por otro lado ya que verificamos que las herramientas que vamos a usar para interactuar con Bitcoin merecen confianza, otra de las cosas que podemos hacer es asegurarnos de que el servicio que ofrecen es “sin custodia”, es decir que nosotros tenemos la clave privada que nos da acceso a nuestros bitcoins, porque ya sabes que otro de los grandes lemas en Bitcoin, además del “don’t trust, verify” es “not your keys, not your coins” Y ya que nos ponemos que sea también sin KYC, es decir que no nos pidan ningún tipo de dato personal para poder utilizarlos.