Muy bueno este tuit de Emérito Quintana, representando el valor que puede llegar a tener Bitcoin en el futuro y su convicción al respecto de que se trata de uno de los mejores activos de inversión del momento.
Comprando una acción tienes un pedazo de la producción futura de los activos de una empresa.
Comprando Bitcoin tienes un pedazo de la producción futura de toda la humanidad.
Cuando te pregunten que cuánto crees que puede llegar a valer Bitcoin recuerda que si llega a convertirse en el dinero universal, el dinero más usado por la humanidad, acabaría siendo un reflejo del valor que genera la humanidad con su trabajo. Así es como debería realmente funcionar la economía, como un reflejo del valor que se está aportando y de la innovación que se está produciendo, no como una reacción a las decisiones que toman los políticos en materia monetaria.
Si lees el libro Principios de Ray Dalio sabrás de lo que hablo, ya que los primeros años de su vida como inversor pasaron entre crisis y crisis, provocada por los devenires de la política monetaria de la Reserva Federal.
Pocos meses después, durante mi segundo año en Harvard, comenzó la primera crisis del petróleo y los precios se cuadruplicaron en cuestión de meses. La economía norteamericana se ralentizó, los precios de las materias primas se dispararon y, en 1973, el mercado de valores se desplomó. De nuevo, me quedé atónito, aunque visto en retrospectiva logré ver que las fichas de dominó habían caído siguiendo una secuencia lógica. En este caso, el gasto excesivo financiado mediante deudas de la década de los sesenta había continuado a principios de los setenta. La Reserva Federal había financiado este gasto mediante políticas que facilitaban la concesión de créditos, pero al pagar sus deudas con papel moneda devaluado en lugar de con dólares respaldados por oro, Estados Unidos incurrió en un impago. Como es natural, con aquella impresión masiva, el valor del dólar se desplomó, lo cual propició más créditos y un aumento del gasto. El encarecimiento inflacionista que siguió al desmoronamiento del sistema económico hizo que los precios de las materias primas se dispararan aún más. Como respuesta, en 1973 la Reserva Federal endureció su política monetaria, que es lo que hacen los bancos cuando la inflación y el crecimiento son excesivos. En consecuencia, se vivió la peor caída bursátil desde la Gran Depresión y la economía se debilitó del mismo modo. Las empresas del Nifty 50 fueron las más afectadas, con caídas alarmantes. ¿Qué se aprende de todo esto? Que cuando todos piensan lo mismo —por ejemplo que el Nifty 50 es una apuesta segura—, esta tendencia se refleja en los precios y apostar por ella casi seguro acaba siendo un error. Por mi parte, aprendí que cada acción (como las ganancias y los créditos fáciles de obtener) tiene su consecuencia (en este caso, mayor inflación) más o menos proporcional, proporcional, y que esto causa una reacción opuesta y muy similar (escasez de divisas y de crédito) y reveses bursátiles.
Está claro que tras muchos años sometidos al arbitrio de los políticos en materia económica la humanidad necesita de un nuevo tipo de dinero, que esté respaldado por otros valores y que sea realmente propiedad de aquellos que crean riqueza a través de su trabajo. Y ese dinero es Bitcoin.